martes, 30 de marzo de 2010

CENTÉSIMA QUINTAGÉSIMA PRIMERA NOCHE

Circular es el mareo.

Todo el cuarto

ya vaciado.

Pierdo cuentas,

pido cajas.

Es de noche

y voy serena.

Me deslizo,

te pregunto,

canto un poco.

Y si me pierdo,

me voy un rato

para volverme.

No de regreso.

Ya no soy esa

que se había ido.

lunes, 29 de marzo de 2010

NOCHE CENTÉSIMA QUINTAGÉSIMA

Muda la boca de mudanza.
Acá Luis, para los árboles.
Allá yo, para volverte.
Tan chiquitos fuimos, tan
Vos saltando
Yo en mi risa
Vos sin miedo
Yo temblando
Vos abrazo
Yo chiquita
Vos Joaquín, yo tan Wilita

sábado, 27 de marzo de 2010

CENTÉSIMA CUARTAGÉSIMA NOVENA NOCHE

me voy como te fuiste

intacto está ese mayojunioseptiembreoctubreetcetc.

por los siglos de los siglos

amen.

hasta la desintegración

el agua

y no ser más.

y no ser menos

que un cuerpo con fundido

en unos ojos que salvajes salvan

de casi todo.

cualquier cosa era mejor

y como me cuesta dejarte

ir.

si en cada cosita que a la cajita va

vos te vas un poco.

es tan to nto

que a veces me pregunto

-y cuando digo a veces quiero decir siempre, a cada rato-

me pregunto

cuándo es todavía

cuánto es demasiado.

miércoles, 24 de marzo de 2010

NOCHE CENTÉCIMA CUARTAGÉSIMA OCTAVA

ojos, miopes saltos al vacío
lo más mudo que te callo, me lo digo
de mí saldrán más que colores.
y si te canto, cuento
o bien me envaso en mi vacío
miope
de saltos
y de mudas.
voz es
sos vos?
s.o.s.
quiero decir, ese o ese.

lunes, 15 de marzo de 2010

CENTÉCIMA CUARTAGÉSIMA SÉPTIMA NOCHE

Asumiendo que uno no es dos y que dos es casi tres
pretendiendo un cuarto que se olvide por quinta vez lo que te quise
y sin querer que el seis diablo apague este azul en madrugada
pido me perdones siete veces siete, por lo hecho y por hacer.
Ocho vidas tiene la tormenta que engendré bajo la piel
y no es nuevo el nueve que nos esquina cuando llueve y se apaga de vapor
Decir diez es jugar al cero y uno
y no hay sistema que prefiera más que el sistema binario que nos es cuando te quiero

miércoles, 10 de marzo de 2010

TARDE CENTÉSIMA CUARTAGÉSIMA SEXTA

Era tu olor. Todo tu olor me dio vuelta pivoteando en la vereda de la la vuelta a casa del trabajo. No vi quién lo llevaba, el sol de Marzo enceguecía y la verdad, no me importaba. Me llevó a vos, eso sí. De un tirón sin preguntarme. Ahí estaba, estábamos. Vos con tu desodorante Kosiuko de envase lapicero. Yo impregnada de recuerdo. Mayo 2005. Vos bajando de algún micro, abrigado del invierno. Yo esperando desprenderme de mis miedos. Chevalier. Buenos Aires, Patagonia. Wili´s Island. Yo te quiero Wilita, yo también, y entonces por qué no vivir juntos, y bueno, dale, está bien, hoy nos amamos.
Y tu canción decía “ahora todo el aire huele a ti”.

sábado, 6 de marzo de 2010

CENTÉSIMA CUARTAGÉSIMA QUINTA NOCHE

Que te quedes suave, casi tan sereno como grita el fuego. Y me digas algo. Algo lindo y nuevo. Que me dejes sola, para renovarme, y luego te vengas a venirme un rato. Que me lo recuerdes, por si te me olvido. Que sacuda el tiempo cada gota quieta y que sea rocío, lo que bañe el día que falte la lluvia. Que me prendas juego y que nos riamos. Que nos encontremos cuando nos miramos. Que sea sol de noche y la piel al día. Que se nos desprenda toda la mentira que nos enseñaron, para ser más nuevos, inventar un mundo. Que seamos sin ceros y con infinito.

NOCHE CENTÉSIMA CUARTAGÉSIMA CUARTA

Yo no lo ví. No podía verlo. Todos mis ojos aferrados a la sien, y casi sin reparos dando saltos por los agujeros del olvido. Dilataba ese espacio sin piel que nos dejaba, a él en él y a mi solita. Preguntaba, como queriendo saber, por el color de aquella forma. El no decía, tampoco hablaba, él sugería y no entonaba más que un sol sostenido menor.