miércoles, 14 de abril de 2010

CENTÉSIMA QUINTAGÉSIMA SÉPTIMA NOCHE

san pedro
san fuego
y esos ojos leños ya mirándome.
fuego, voy por más
soy en el calor.
y me vi llorar
por sentir amor.
sola reparé
un arbol cuidó
de mi oruga
y fue
cuando salió el sol
un sauce llorón.
luego me salí
de mi manto a ser
con otros y vi
todo alrededor.
vino el día así
silencioso en paz.
me invitó a entrar
en su calma y fui
tan wilita que
no quise volver.
todo estaba ahí
todo estaba bien.
el dolor.
el calor.
el silencio.
la voz.
y ese río
que no era Limay.

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