miércoles, 30 de diciembre de 2009

CENTÉSIMA VIGÉSIMA NOVENA NOCHE

Guardo todas mis cosas, absolutamente todas mis cosas, esto es, una zapatilla roja; cepillo de dientes para dientes blancos, fuertes y rechinantes; mi overol fucsia y un juego de luces navideñas que no anda. Todo eso en una nube y me preparo a la partida. Será aña nuevo en el montaño y ahí estaré yo, con mi nube, dispersando lluviecitas violináseas. No vayan a creer, y esto se los pido por el amor a dios, y no el de él porque mejor me callo y no les digo, no vayan a creer que ya me he ido. No. Acá estoy, guardando mis cositas, zapatilla, cepillito, overol y dientes blancos, todo en esta nube a la montaña. Y aunque hace días no aparezco en los espejos, no me preocupo, empezaré aña nuevo en el montaño. Será de dios.

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