miércoles, 30 de diciembre de 2009

NOCHE CENTÉSIMA TRIGÉSIMA

Y si me dijeran que muero ahora, justo ahora, me quedaría tranquila. La llave de gas está cerrada, pagué la factura de teléfono, el patio tiene algunas hojas pero está bastante ordenado, compré dos zanahorias que junto a la lechuga manteca y la milanesoja que guardo en la heladera bien servirían de menú para el almuerzo, regué las plantas, saludé a los amigos y tomamos mates y agua con cubitos mientras fuimos viendo que la existencia no se resolverá jamás y que mejor es sacar belleza del asunto, hice el amor, lo disfruté, miré dibujos animados antes de dormir, dormí la siesta, me di una ducha y perfumé. Ya estoy lista, que cambie el año o venga la muerte, lo mismo da.

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