domingo, 4 de octubre de 2009

SEPTAGÉSIMA SÉPTIMA NOCHE

Te morís en mi
te dejás salir
Y te veo
sin estar en mí
casi sin sonrisa
casi sin
Y tendrás
que aullar para que oiga
que matar sin que me muera
Serás en mí, cegueras y mil lluvias
espasmos,
sol perdido
Tendrás mi dolo, mi duelo
mi alma doblada de miedo
casi arrodillada
mi tiempo salvaje
mi piel con amantes
mi verbo, mi carne
mis uñas, mi sangre
pidiendo que seas
no tan urgente
no tan celeste
no más que antes
no para siempre
Y sin amarte puedo
sonreír mi llanto
ser solo un momento

No hay comentarios: