domingo, 26 de julio de 2009

CUARTAGÉSIMA CUARTA NOCHE

Y si fuese tu pupila mi visión del mundo,
y tu manecilla el viento que promueve la tormenta.
Si creyera que tu calor es un sí rotundo a cada una de mis voces,
quizás te buscaría.
Pero mientras,
mientras tanto,
me quedo dormida entre tu silbido suave
y la sal que persiguen las hormigas.
Porque te prefiero, hoy, inasible.
Desplegando un manto de futuros
en mi cama, en mi calma, en mí.
Qué estarás haciendo hoy
mientras te pienso.

No hay comentarios: