domingo, 26 de julio de 2009

SEXTA NOCHE

Te preguntarás por qué ya no grito tu nombre,
no lloro tu prisa o no te concedo palabra.
Querrás acercarte y sin conseguirlo, te marcharás,
con el lomo cansado y la nariz en punta.
No espejes tu escoria en mi tejado.
Ya comieron todas sus flores los chanchos
¿Y sabés qué? Aún tienen hambre.
Si tu reino espléndido me dejo sin brisas,
te preguntarás por qué ya no destilo pasado.

No hay comentarios: