domingo, 26 de julio de 2009

DECIMA CUARTA NOCHE

Fantasmas de un tiempo sin nombre.
El llanto agitando nostalgias.
Se acercan un ciego y un sordo,
sonríen, se tienden las manos.
Disfraces le pongo a tu ausencia.
Remoto es el cielo pisado.
Rastrea tu mano mi ensueño,
despierto y te encuentro incendiado.
Y no me asombra.
Ya no me extraña.

No hay comentarios: